A lo largo de treinta años de historia, los procesos de innovación en la planta Ford de Hermosillo han estado sólidamente relacionados con el aprove- chamiento del conocimiento externo, derivado de las exigencias competitivas del mercado internacional y de las potencialidades que inducen las nuevas tec- nologías basadas en la integración de componentes electrónicos. Esto es, lo que desde finales de la década de los ochenta se le conoció como el “paradigma tec- noeconómico” dominante en las industrias de alta tecnología en el mundo (Ramí- rez, 1995). Dicho conocimiento ha incluido la generalización y utilización de los dispositivos tecnológicos de manufactura flexible apoyados en la robótica, los métodos cad-cam (Computer Aided Design/Computer Aided Manufacturing), el control de la producción Justo a Tiempo (jat o Just in time, jit), el Control Total de Calidad (ctc) o Total Quality Control (tqc), la producción modular y el uso generalizado de las tecnologías de la información, representadas a través de los microprocesadores. Además del conocimiento externo, también ha requerido de trabajadores altamente calificados en labores de programación y control de dispo- sitivos flexibles a nivel de planta; así como de operarios proclives al aprendizaje de nuevas rutinas de trabajo enfocadas al enriquecimiento de tareas.